Mucha gente se queja de las series animadas que dan actualmente en la televisión, entre las cuales me incluyo, pero “Qué los monitos de antes eran mejores”, “que las series de ahora idiotizan a los niños”, en eso no me incluyo.
Gran variedad de caricaturas están mejor enfocadas y desarrolladas que muchas de las que vimos en nuestra infancia, pero cuando el nostalfag ataca, es difícil discutirlo.
Clarence es una de las series que considero que le vuela totalmente la raja a muchas de las series animadas con las cuales nos topamos cuando pequeños y te invito a saber por qué.
Narra la historia de un chico llamado Clarence (Captain Obvious) y todo lo que le ocurre en su entorno, ya sea en su familia, la escuela o en cualquier lugar de Aberdale. Es como la temática que nos daba Ed, Edd y Eddie: su barrio, sus amigos y sus eternas payasadas.
Creada por Skyler Page, que también hacía la voz en inglés y fue artistas de los storyboards en numerosos capítulos de Hora de Aventura, cuenta con dos temporadas y un total de 68 capítulos, que aunque seas un ser amargado por la vida, pansexual y poseas memoria selectiva, amarás cada uno de los capítulos.
Nuestro protagonista con tan sólo 8 años, regordete, siempre es un optimista por la vida, algo así como un niño con todo su autoestima en el cénit y es acompañado habitualmente por sus dos mejores amigos, Jeff y Sumo, que lo acompañan en todas sus locuras de tierra y mocos.
Vive con su madre y el novio de ella, que vendría siendo su figura paterna. Jeff en cambio, es un chico inteligente aunque lleno de TOC’s y vive con sus dos madres , suele tener problemas de autoconfianza y una extrema necesidad de pensar todo, pero a pesar de esto es un buen chico al igual que Clarence. Por otra parte, Sumo viene de una familia con muchos hermanos y es más “salvaje”, siendo totalmente opuesto a Jeff, sin embargo ambos son amigos leales a pesar de tener muchos encontrones.
El punto más álgido de la serie no son las aventuras o desventuras por las que pasan.
Estamos frente a una serie que se levanta por el puro carisma que te entregan sus personajes.
La animación es muy simple. No tiene elementos agregados como nos han acostumbrado a ver “la nueva ola” de series como Gumball o Tio Grandpa. Es solo dibujo y muy colorido, pero es que la serie se define por su humor a base de carácter y lo físico de sus personajes, y aquí es donde Skyler Page, su creador, se luce.
El arte de Clarence es siempre amigable a la vista y es muy expresivo, tanto que en ocasiones se hace tan gráfico que puede llegar a ser hasta grotesco, como en el capitulo en el que Clarence come demasiado huevo y se enferma. Pero es algo a lo que las caras desagradables de series como Bob Esponja ya nos tienen acostumbrados.
También a lo largo de la serie podemos encontrar muchas referencias. Como en su capitulo piloto donde hacen un guiño a una pelea con todo el tinte de Star Wars.
Hay que decir que como muchas series para niños, buscan inculcar algo en ellos y es curioso como aquí se muestra el ejemplo de la familia con padre ausente, donde otro toma su lugar (el novio de su madre), de padres del mismo sexo o en este caso madres y varios más, y aun así no indagar y verlo como algo normal del día a día (cosa que también debería hacer la sociedad en sí). Y yendo más lejos y más profundo aún, me explayaré en un punto más emocional y personal que a más de alguno le ha pasado y sé que ha pensado: Esta serie produce algo súper nostálgico. Clarence es absolutamente un niño, no anda preocupado del amor, de dinero, de conquistar al mundo, él es solo un chico que le gusta jugar, bromear, pasarlo bien con sus amigos.
Lo más destacable de la serie es que los niños, son NIÑOS. No son personajes con modelos y problemas “adolescentes” como Finn o Lisa Simpson. Más allá de las nostalgia que nos puede producir la serie, ya que al verla es casi imposible no recordar nuestra niñez y como los bichos, los raspones y los árboles en muchas ocasiones eran nuestros mejores amigos. La época actual es hermosa tanto para nosotros como para los brocacochis y el que diga lo contrario debería tirarse a un pozo, pero esos detalles old school de aquellos nacidos previo al 98’ (mas o menos) se ven reflejados en la serie, que a pesar de estar ambientado en nuestro presente se ve como aprovecha su entorno, como ir al bosque, jugar en un terreno baldío y es justamente a eso es a lo que Clarence invita. ¡Vivir tu niñez!
Es un giro fresco e inocente para las series que se nos presentan actualmente, Clarence es una serie para niños, está más que claro, pero sé que apunta a un grupo de personas que vivimos nuestra infancia a concho y que de algún modo u otro, seguimos siendo harto pendejos, pero de corazón, tu [email protected] es del otro tipo.
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